19 de julio de 2010

Agroecología, Soberanía Alimentaria y Territorial (ll)

La imperiosa necesidad de un nuevo paradigma 
(2º parte)

Ing. Agr Fernando Queirós Armand Ugón

Qué pasa con nuestros vecinos


Brasil se convirtió el año pasado en el mayor consumidor mundial de agrotóxicos con 733,9 millones de toneladas. De esta forma superó a Estados Unidos que ese año utilizó 646 millones de toneladas.

Con estas escalofriantes cantidades de veneno utilizados en la agricultura, no es de extrañar que rastros de los mismos perduren en frutas, hortalizas, cereales, leche y carne.

De acuerdo a los últimos datos proporcionados por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa), más del 15 por ciento de los alimentos consumidos en el país contienen un exceso de residuos de agrotóxicos.
Brasil se convirtió el año pasado en el mayor consumidor mundial de agrotóxicos con 733,9 millones de toneladas

El 64 por ciento de las muestras de morrón (pimiento) analizadas presentaron irregularidades, seguidas por las de frutilla, uva y zanahoria, con 30 por ciento de muestras irregulares cada una.

Todos los alimentos analizados presentaban índices de agrotóxicos por encima del límite permitido o residuos de productos no autorizados. En el caso de los morrones, de los 22 agrotóxicos detectados en su cultivo 18 no son autorizados, irregularidad que también se constató en las 365 muestras de frutillas estudiadas. ¿A esto se le llama alimentación saludable?

La Argentina cuenta con 17 millones de hectáreas sembradas de soja transgénica y consume entre 180 y 220 millones de litros de glifosato por año.

¿Adónde va todo este veneno, y otros que se usan en éste y otros cultivos? ¿Al suelo? ¿Al aire? ¿Al agua? ¿A los alimentos? ¿A los pobladores? ¿A los trabajadores rurales? ¿Qué consecuencias tiene en la salud? ¿Que consecuencias tiene en la salud consumir soja transgénica?

Son demasiadas dudas e incertidumbres, y la lista podría ser aún mucho más larga.